Albert Einstein señalaba que la mejor definición de locura es “hacer una y otra vez lo mismo y esperar resultados diferentes…”
Organizaciones de cualquier tipo y tamaño, a pesar de sus diferentes ámbitos de acción, tienen prácticamente los mismos desafíos: mejorar la productividad, mejorar la calidad de los productos y/o servicios que ofrecen, mejorar la eficiencia en el uso de sus recursos, mejorar la satisfacción de sus clientes y la relación con sus proveedores, y por último, y no por ello menos importante, encontrar el tiempo para la capacitación y entrenamiento de sus colaboradores. Todo ello para el fin último que es ser cada día más competitivo, más rentable y sustentable.
Estas organizaciones, históricamente han visto en los modelos de gestión occidentales, principalmente provenientes de Estados Unidos y Europa, la solución a estos temas, pero la realidad muestra que no los han resuelto del todo: se ha insistido en aplicar estos modelos de gestión en forma de recetas, no abriéndose a la posibilidad de la existencia de otros modelos, especialmente proveniente de países orientales, que han demostrado ser más efectivos en el mediano y largo plazo.
En particular nos referimos al modelo de gestión conocido occidentalmente como Lean Thinking, concepto acuñado por el MIT luego de una investigación a las empresas automotrices japonesas a finales de la década de los 80’s.
El exitoso desarrollo de organizaciones de clase mundial, como Toyota, Nissan, Kodak, Canon, Komatsu, Hino y muchas otras, ha caminado de la mano de un modelo de gestión, a nivel filosófico, estratégico y operativo, bajo el concepto de adoptar y adaptar herramientas y metodologías que conforman el modelo de excelencia TPS (Toyota Production System), con foco en el desarrollo de las capacidades y competencias de las personas y en el aprovechar en forma efectiva las oportunidades de mejora en los procesos, generando mejoras en la productividad y finalmente en su competitividad.
Por lo anteriormente expuesto y las evidencias presentes en el mercado, es que tenemos la convicción que existe un gran potencial de desarrollo en este campo, siendo un aporte fundamental al perfeccionamiento profesional y al management en Chile.