Una pyme puede ir viento en popa, hasta que uno de los socios quiere retirarse y vender su parte. Si bien este hecho puede que no afecte el negocio, produce bastante inquietud acerca del valor en que se debe comprar su participación.
Por esta razón, los especialistas estiman que es clave saber cómo “valorizar” a una pyme, situación que puede ser un verdadero dolor de cabeza al no contar con las herramientas necesarias. Incluso, muchos empresarios pymes, cuando se enfrentar a la posibilidad de crecer, dando un nuevo paso en el negocio, la valorización se acerca como un fantasma terrorífico.
Donde también esta valorización puede transformarse en clave, es a la hora de requerir de un importante financiamiento para pasar a un siguiente nivel en el negocio, abrir sucursales o incluso, internacionalizarse.
Sin embargo, según Salvador Zurita, académico de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), “el financiamiento y las fusiones son muy importantes a la hora de pensar en la valorización, pero lejos, la situación más frecuente es porque un socio entra o sale. El caso más común en una pyme familiar, es cuando uno de los socios que necesita liquidez se retira de la sociedad”.
Hoy en día las pymes representan un 15% del PIB, por eso, que el mundo del emprendimiento no es ajeno a la valorización de empresas, ya que resulta fundamental para las pymes y startups contar con un respaldo de información financiera bien consolidada.
Según Julio Rebolledo, académico del Centro de Desarrollo Gerencial UNegocios FEN de la Universidad de Chile, en general, en América Latina cuesta que las pymes le dediquen tiempo a la valorización. “En nuestra región las pymes no tienen la idea de abrirse a bolsa al segundo o tercer año de funcionamiento, como sí sucede en Estados Unidos y Europa, donde existen muchos inversionistas que están buscando al próximo Facebook. Es un tema cultural. Por eso, que si la empresa no tiene esa visión, es difícil que la valorización se de cómo algo natural”.
La importancia del sector
Natan Melnick, gerente general de la empresa de valorización de activos MP Valorus, explica que los modelos de valorización de empresas promueven una toma de decisiones más informada, ya que son una herramienta que permite observar en detalle las fortalezas y debilidades de las compañías. “Gracias a esto es posible potenciar el crecimiento y la continuidad operativa de las pymes, debido a que se calcula el impacto económico de las decisiones sobre un modelo de negocios”, dice Melinck y agrega: “Esto, teniendo en cuenta que la situación del mercado en donde se mueve una determinada empresa constituye un factor clave que puede impactar positiva o negativamente en el valor de la compañía”. El máximo ejecutivo de MP Valorus entrega cinco razones de por qué una pyme debe valorizarse.
Rebolledo es de una opinión similar. “Aunque hay varias formas de valorizar a una empresa, todo va a depender del sector en que se encuentra la pyme. En el caso de las tecnológicas y de servicios, se hace por múltiplos, no por proyecciones de flujo de caja, como sí se realiza en una pyme de un sector productivo más tradicional. Esto, porque las tecnológicas están en industrias de alto crecimiento y son relativamente nuevas”, indica el académico de la U. de Chile.
Por su parte, Zurita coincide en que dependerá del sector. “En la práctica, es difícil para una pyme compararse con otras empresas públicas del mismo sector, ya que frecuentemente habrá diferencias de tamaño, acceso a financiamiento y de estructura de costos fijos versus variables. En definitiva, le será difícil encontrar una firma que transe en bolsa y que sea un buen comparable para inferir el valor. Por eso, el mejor método es el de flujo de cajas descontados, que consiste en hacer proyecciones de los flujos de caja que la propia pyme espera generar a futuro, los cuales posteriormente se traen a valor presente descontando por la tasa de costo de capital de la pyme,” concluye el académico de la UAI.
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